Un estruendo de me despertó súbitamente, me había dormido sobre una litera improvisada que no se aproximaba ni por poco a la cama que tenía en casa, pero el cansancio que traía hacía que nada importe realmente. El trabajo no me estaba dejando tiempo para descansar, ir de aquí para allá, más en estas fechas tan importantes. Básicamente aproveché que el tipo que está a cargo, desde hace unas semanas, se fue. No parece el tipo más lúcido para esa tarea pero bueno, es lo que definen los jefes.
En éste momento, recapacito y me doy cuenta que este laburo no es lo que esperaba: "viajar por el mundo en cruceros", "salvar el mundo" y si tengo suerte "hacer historia" es una buena premisa si se la venden a un joven de 20 años que solo quiere impresionar a las chicas. Un completo idiota viniendo al peor trabajo que uno puede llegar a tener.
Los estruendos siguen, ya estoy acostumbrandome a ellos, a veces suenan a lo lejos como un intento de danza de sonidos, otras suenan algo cerca y me recuerda a los 4 de Julio que tenía en Nueva Jersey , corriendo de aquí para allá con mis amigos y viendo el show de luces.
Creo que lo único que me permite aguantar eso es ése recuerdo, estridentes juegos de luces y sonidos alrededor casi hasta dejarle los oídos zumbando por días a uno, y yo corriendo, como un niño, a veces por el campo, a veces por la playa, quizás no estén mis amigos de la infancia, pero el toso este grupo de jóvenes que estamos en éste trabajo y compartimos tantos meses juntos, nos sentimos tan amigos como si nos conociéramos de toda la vida.
Me acomodé el uniforme tras despertarme, Billy me ofreció una taza de café para recuperar el calor del cuerpo, porque bajó la temperatura y en cualquier momento vendrán a pedirnos ayuda para guardar la comida en los depósitos. Hoy es 24 de diciembre y los jefes dijeron que tendríamos un banquete por la ocasión.
Pero pregunto qué hora es y ya son las 19:45, Francis (el nuevo a cargo) y 5 muchachos más se iban a buscar las cosas para la cena pero debían haber vuelto hacía ya una hora al menos. Bebo el último sorbo de café con valor, porque no tiene azúcar y el fondo está más concentrado. Hasta dudo que sea café, pero mientras me despierte y me quite el frío, suficiente. Antes de que pudiera dejar mi taza en la mesa, ingresa rápido un tipo de unos 2 metros, no recuerdo haberlo visto antes, pero no interesa, con la voz un poco agitada nos grita a mi y a Billy "vengan, necesitamos ayuda urgente"
Salimos corriendo, las botas pesan mucho, incluso las mías me han generado cayos pero no hay otras para que use, doy gracias no sufrir de juanetes como sufría papá, de todas formas me concentro en el pedido de ayuda y corremos a más no poder.
Al llegar a las puertas del depósito noto que algo va mal, porque los camiones que salieron horas antes no están, hay uno nuevo, el tipo alto nos dice que el grupo que salió antes necesita asistencia, es todo lo que nos dicen, y nos suben al camión
Billy me mira, está preocupado, es amigo de Francis y otros más de los 6 desde que llegó, por mi parte los conozco poco, pero igual toda la situación me preocupa. No podemos charlar con los que manejan porque la caja trasera está separada y no tiene ventanas, así que no puedo ver donde estamos ni por donde vamos.
De golpe una especie de estallido y súbitamente el camión se vuelca, en el movimiento solo veo como la pared metálica de la camión se acerca hacia mi cabeza (o al revés) y todo se pone negro.
Me vuelve a despertar no uno sino muchísimos estallidos, son casi insoportables. No se cuánto tiempo estuve nockeado, pero intento salir del camión rápido. Afuera llueve. Me arrastro para salir por la puerta que quedó abierta contra el suelo, me siento mi perro cuando salía por el agujero de la puerta de la cocina.
Cuando logro estar afuera veo a Billy haciéndome señas desde un costado del camino, un pequeño barranco, me cubro los ojos de la lluvia y casi trastabillando por el barro y la oscuridad llego hasta donde está él y los otros, pero no somos 8 los 8 que salimos (los 2 choferes y los 6 que trajeron de asistencia): somos 5, no se donde están los otros. Miro a Billy, sigo algo aturdido por el golpe, me chasquéa los dedos y revisa mis reflejos, mi reacción lo satisface. Intento preguntarle qué pasó, dónde están los otros, pero uno de los conductores se me anticipa, es un tipo cuarentón, con cara serena pero el cansancio también lo tiene a mal traer, está cubierto de barro y un poco de sangre , tiene unos cortes pequeños en la cara que no están atendidos todavia, el vuelco debió romper el parabrisas y se cortó, mientras observo sus cortes me sacude un poco: "Ey, estás bien? Muchacho creí que no salías de ésta, tu amigo dijo que te diste un golpe tremendo. Bueno, estoy a cargo en éste momento, la misión de ayuda fracasó, por lo visto caímos en una emboscada, dudo que el primer grupo haya tenido mejor suerte. Como sea, ya no tenemos vehículo, y estamos lejos del campamento como para volver a pie". Intento interpretar todo lo que dijo, sigo un poco lelo, donde estamos? Donde están los otros? Qué hora es?. Ésta última pregunta sale de mi boca en voz alta, ni siquiera noté que lo hice. "Son las 23:55 muchacho. Alístate que tendremos fuegos artificiales en cualquier momento, tenemos que hacernos paso hacia el norte, supuestamente tenemos una célula de avanzada a 800 metros. Pero no se si siguen ahí siquiera, pero es lo mejor que tenemos". Billy vuelve corriendo de dentro del camión, me da mi casco y mi rifle. Termino de acomodarme el equipo y tomo la mochila que está en el barranco que usamos de trinchera. No habrá banquete ni celebración ésta noche. Empiezo a caminar y veo a Billy mirando su reloj intentando descrifrar la hora exacta con el resto de luz de luna que atraviesa entre las nubes.
Levanta la vista, y sonríe ampliamente, mete su mano en el bolsillo del pecho, mientras extiende su mano, me dice "Ya es medianoche, Feliz Navidad". Y deja en mi mano un pequeño paquete de chicles a medias. Yo tengo un par de cigarrillos en mi chaqueta, me quedan 2, se los doy. "Feliz Navidad". Nos dimos un pequeño abrazo y empezamos a correr entre los árboles que estan la lado al costado del camino, con rumbo al norte.
Diciembre de 1944. En algún lugar cercano al límite entre Francia y Alemania
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